Nuestros amigos babilonios se dedicaban a la francachela y orgía mas desenfrenada y como cosa curiosa, adornaban árboles con cerezas y esferas de color en homenaje al sol. Dichas festividades se popularizaron en diversas culturas de la época (no es de extrañar dado lo atractivo de las celebraciones), adoptando la madre y el niño diversos nombres y connotaciones. Desde luego los romanos, tan dados a dioses y efusiones agregaron dichas festividades a su calendario oficial, designando el 25 de diciembre como día de conmemoración del nacimiento del dios Tamuz o Saturno como preferían llamarle.
Los comerciantes de la época se las arreglaron para agregarle a las feroces orgías y excesos de todo tipo, la costumbre de regalarse presentes en señal de amistad y alegría, amén del correspondiente arbolito de “saturnidad” y los adornos coloridos y festivos. Finalmente, con extraordinario sentido práctico la nueva y dominante religión católica romana en vista de lo difícil que sería arrebatarle a las masas sus “fiestas”, simplemente decidió adoptarlas en lo formal, cuidándose de cambiar el nombre a sus protagonistas (faltaba más, promover la falsa idolatría), de esta manera, por obra y gracia del Emperador Constantino, nuestra amiga Semiramis pasó a interpretar el papel de “virgen María”, su hijo Tamuz encarnaría a “Jesús”, decretándose el nacimiento de aquél para el día 25 de diciembre con el fin de que coincidiera con las añejas festividades. En un principio se pensó en abolir la costumbre de los regalos, pero los “Wall Mart”, “Carrefour” y en general los comerciantes de la época no estaban dispuestos a permitirlo.
Finalmente se impuso dejar los regalos, mas no como señal de amistad entre los ciudadanos, sino como “evocación” de los presentes que en su momento hicieran los tres reyes magos al niños Tamuz, Saturno o Jesús. En cuanto a la denominación del día, después de análisis jurisprudenciales y con miras a evitar la posibilidad de futuras demandas de los babilonios por violación a sus derechos de autor (al fin y al cabo los de la idea fueron ellos) decidieron dejar una fórmula bastante ambigüa: NAVIDAD, que significa, palabras más palabras menos: NACIMIENTO... Así que queridos amigos y amables visitantes de este blog, con convicción y alegría no queda mas que desearles a todos una Feliz Navidad (¿de quien?... en el fondo ustedes lo saben).Fabian H. Chavez
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