Maravillas y Miseria de "Facebook"

Facebook y la dualidad Dr. Jeckyll & Mr. Hyde

La concepción ontológica del facebook no deja de maravillar. Diseñado como centro virtual de interacción social basado en imágenes, con las limitaciones inherentes a la internet pero con el agregado de un sin fin de atajos de comunicación interpersonal y multipersonal, representa indudablemente un cambio y una gratísima noticia que pueden atestiguar aquellas personas que en el exterior hoy día gozan de un contacto permanente, en tiempo real, con sus seres queridos a miles de kilómetros de distancia, con una comodidad, gratuidad y eficiencia que no hubiesen soñado un par de lustros atrás.

Desafortunadamente toda novedad social, como suele acontecer históricamente, trae aparejados sus propios inconvenientes y los del "facebook" están sintetizados en los requisitos tácitos para el ingreso:

1. Tener su dosis mínima de exhibicionismo y voyeurismo, así como ser amigo cercano, o al menos no tan lejano, del chisme.

2. Renunciar a la privacidad absoluta, dejando un registro de todas las actividades, visitas, comentarios y fotografías al alcance de la mano de practicamente cualquier persona.

Lo cual podría no pasar de ser mas que una anécdota paradigmática del "mal menor" y una concesión que se hace en aras del acceso y disfrute de tan generosa herramienta.

Sin embargo, es evidente que un gran porcentaje de usuarios (posiblemente la mayoría) son verdaderos fetichistas de la imagen, de liviana intelectualidad y adoradores de la cultura "light", para quienes facebook se ha convertido en un océano del morbo hacia el prójimo, canalizado a través de una serie de "grupos" significativamente numerosos cuya única orientación es la de la humillación pública y la mofa del ser humano utilizando para el efecto las fotografías personales de usuarios del sistema. Es aterrador observar la sevicia, crueldad y las faltas absoluta de sensibilidad y respeto hacia el prójimo, plasmadas en los comentarios que con fruición son depositados bajo las fotografías que en forma abusiva y con desconocimiento de sus propietarios "cuelgan" en los respectivos grupos.

Remedos de racistas, arribistas irredentos que presumen de pertenecer a una "clase" especial que les eleva a una esfera desde la cual vierten toda su bazofia de complejos, traumas, frustraciones y enanismo mental sobre aquellos inocentes personajes que han tenido la desgracia de convertirse en mercancía de su morbosidad.

Sorprende el que no haya tenido hasta el momento consecuencias penales conocidas aquella tribuna de la injuria, donde las mujeres son tachadas de prostitutas, lesbianas o drogadictas por el simple hecho de aparecer en vestidos de baño o ropa "guisa", o en un entorno material de modestia, según los cánones de la moda impuestos por aquellos "aristócratas" a la carrera; donde el concepto "muchacha de servicio" es usado como insulto y el hecho de no haber viajado al exterior "como ellos" (entre otras cosas a fungir como domésticos de los europeos o norteamericanos) es una mancha ominosa cuya presencia molesta y ofende.

Ellos representan la miseria del "facebook", aquellos que se sirven de los demás paras su solaz público y no tienen escrúpulos para denigrar a personas que nunca conocieron, por el simple hecho de traslucir modestia y poco "glamour" en fotografías que no fueron tomadas con el fin de impresionar a nadie, hacer ostentación (esa sí arribista, lagarta y loba) de lugares "in", de ropa "in" y/o gente "in"; sino de dejar registro de algún momento o acontecimiento con algún significado personal.

Esa miseria humana interior (de la cual todos tenemos algo en mayor o menor medida) que se agiganta y crece en perversión cuando encontramos cajas de resonancia en grupos, que mas que eso debería llamarse turbamulta o chusma autodenominados eufemísticamente "Imágenes guisas", "Odio a los Guisos", etc, cuando su verdadera naturaleza indica que solo se trata de Miseria Humana.

Igual, es un reflejo de nuestra sociedad, de lo bueno y lo malo y hay que convivir con ello, sin que no obste para alzar una voz de desacuerdo y protesta contra aquellas hordas asesinas del honor y la dignidad ajenas.

Incluso ellos hacen parte de la Nueva Era.

Fabian H. Chavez