sábado, 20 de septiembre de 2008

JUANES. MUSICA CON UN PROPOSITO.



“Juanes, to me, when i try to describe him in english to people who don’t know latin music... I say is like the latin Elvis”. * Nelly Furtado.

"Juanes, para mí, cuando trato de describirlo en inglés a personas que no conocen la música latina yo digo que él es como el Elvis Latino"

Hace largos años se mencionaba en el entorno a Ekhymosis, sin demasiado entusiasmo en general, como una buena banda que pese a su empeño y un público mas bien escaso pero fiel, sucumbió lánguidamente ante la feroz competencia de bandas y artistas extranjeros. Con el desdén innato que me producían aquellos grupos nacionales de “rock en español”, no por locales ni por rockeros, sino por la inevitable imitación que ello suponía, apresuré el olvido sin tomarme la molestia de analizar el contenido de su música (algo que lamento profundamente hoy).

El conjunto antioqueño dejó de existir como tal, transformándose en un crisol en el cual se fraguó un pequeño rescoldo, destinado a crecer y a superarlo con creces.

Juan Esteban Aristizábal, el "Lennon" del conjunto, armado solamente con la tenacidad de su caracter paisa de la "vieja guardia" y montañas de talento, inició un penoso éxodo material y artístico, plagado de incertidumbre, penurias y desencanto que le llevó a tocar infinidad de puertas primero en su país y luego en los Estados Unidos.

Al final, cuando las fuerzas escaseaban y el hambre rondaba tuvo su oportunidad y no la desaprovechó. Con "Fíjate Bien" se dio a conocer al mundo musical, mostrando de entrada su verdadera catadura, la de aquél genuino artista en el cual subyace inexorablemente un alma sensible. En la canción que da su nombre al album coexisten magistralmente el sentimiento propio de soledad en un entorno hostil, con la angustia e impotencia de ver a su propio pueblo mutilado por la barbarie de aquellos que siembran minas indiscriminadamente en sitios donde cruelmente las víctimas siempre son los mas débiles, especialmente los niños.

De un espíritu materialista no surge mas que números o la nada, jamás obras profundas, mero "show" o "entertainment". Juanes iniciaba su camino mostrando sin pudor su alma abierta, compartiendo sus aprensiones, sus alegrías y sus anhelos, lo que no es de ninguna manera usual. Es como encontrar un niño generoso que tímido se esfuerza por compartir sus mejores juguetes con sus compañeros.

El transcurso del tiempo le deparó aún mas satisfacciones. "Un Día Normal" (verdadero clásico de la música), "Mi Sangre", y "La Vida es un Ratico", creados en el interregno de maratónicas giras consolidaron a Juanes como un personaje superlativo, consciente de su propio poder de convocatoria , víctima (como todos en nuestro país) de la violencia insensata, asumió voluntariamente un compromiso social que le acompañará para siempre como se patenta en "Minas Piedras", en la que proclama al mundo que la congoja por los desfavorecidos no le abandona, mostrando el horror de la crueldad ensañada en la inocencia de niños indefensos. Mi pueblo sigue sufriendo y yo con él, pareciera decirnos el artista. Sin resentimiento, sin cóleras contra los malvados. Juanes recibe el golpe pero no lo devuelve, quiere curarse pero no vengarse, quiere la paz, no la guerra.

Mención especial merece "La Camisa Negra" en la que Juanes se disfraza momentáneamente de su héroe Octavio Meza, el popular juglar antioqueño (a quien Dios tenga en su gloria), el ícono de la música guasca de la cultura arriera trabajadora, frentera pero aguardientera, el cantador del barrio, el narrador del día a día. Juanes se zambulló en las aguas mas profundas de la música popular regional antioqueña tomando la picardía, el doble sentido y el humor negro del género para lograr algo muy difícil: producir una obra nueva, sin renegar del orígen. La cadencia es similar pero no igual el contenido.

Lo paradójico es que la mas universal de sus canciones es precisamente la mas regional, la mas autóctona, inspirada en un género que aún en Colombia es de círculos mas bien estrechos y localizados. Juanes muy bien hubiese podido ser el heredero de "El viejo Octavio"... en otras circunstancias... tal vez.

La gente ha captado su mensaje: Millones de simpatizantes, cientos de miles de seguidores, decenas de miles de fanáticos admiran su labor artística mientras simultáneamente aplauden y apoyan sus obra social. Pero hay un grupo especial, el de aquellos cientos (o tal vez miles) de verdaderos "discípulos" suyos en TODO EL MUNDO (literalmente) que han asumido el mensaje como propio y lo propagan con fruición a través de la internet en diversos grupos, clubes y demás: El mensaje esperanzador de la Paz. Harto difícil de entender a cabalidad y sobretodo de vivir. LA PAZ y tantas cosas que ello encierra

Y ello constituye un "plus" que lo diferencia de otros artistas en su relación con sus seguidores. Entre Juanes y sus fans hay una complicidad tácita, un compromiso no declarado, fines comunes que los unen de forma tan especial que trasciende la esfera del show, lo cual sumado a la innegable calidad de sus composiciones en la que el perenne tema del amor hace presencia apabullante, explica el impresionante arraigo del artista en el planeta.

Lo emotivo de sus conciertos, siempre en una atmósfera de camaradería, de emoción no disimulada en la que sus "Fans" femeninas se llevan un punto aparte con aquella expresividad propia de su género se transforma en una verdadera comunión, en una liturgia espontánea e informal. No es extraño que se inviertan los papeles en pleno concierto siendo los seguidores quienes terminan cantándole a su ídolo algunas de las canciones. Y por ello no me cabe duda que muchas personas van a los conciertos ¡A cantarle a Juanes!.

Sólo viviendo aquellos momentos de emociones desperdigadas es que se empieza a entender el vínculo indisoluble entre Juanes y sus "discipúlos" salta la explicación de por qué hay rumanos, polacos, austriacos, españoles, italianos, griegos, franceses, marroquíes, y de muchas partes más (por no hablar de latinoamérica) comprometidos de verdad con la lucha por la paz, contra las minas antipersonales en Colombia. Extranjeros y extranjeras que ni siquiera conocen el idioma español a través de Juanes se han convertido en verdaderos expertos sobre el tema de la violencia en Colombia y Latinoamérica, han hecho suyas, las preocupaciones y anhelos del artista por su tierra, y trabajan a su manera aportando su granito de arena para conseguir que algún día el sueño pueda hacerse en nuestras latitudes, tan lejanas materialmente, pero tan cercanas gracias al mensaje de Juanes.

Por ello, definitivamente vale la pena ser seguidor del artista, su arte no es solamente enervamiento sensible de nostalgias pasadas y presentes, su música no sólo es abstracción momentánea y desechable. Su música es... MUSICA CON UN PROPOSITO.


Fabian H. Chavez.

21-09-08

martes, 18 de marzo de 2008

El fresco aliento de su energía blanca, permanece en el aire de mi tierra, de nuestra tierra, de la tierra de TODOS.


Su presencia iluminó nuestros corazones uniendo con la dulzura de su mensaje lo que obtusos dirigentes pretendieron desunir.


Su arte desterró el miedo oprobioso del autoritarismo belicoso.


Su generoso regalo desató nuestros bellos sentimientos, nuestras nostalgias ocultas,

Utopías que ya no lo parecen tanto, de un mundo que alguna vez cantó otro guerrero llamado Lennon:

“…Imagine all the people
Living for today...
Imagine there's no countries
It isn't hard to do
Nothing to kill or die for
And no religion too
Imagine all the people
Living life in peace...”


De toda la gente viviendo el día de hoy, sin países, nadie por quien matar ni morir, sin religión ni política… Todos viviendo en paz.


Gracias Juanes, gracias Bosé, gracias Velazco, gracias Montaner, Alejandro y Carlos.


Antiguos artistas, juglares desde ayer, líderes de los buenos, gente en quien creer.

“You may say I'm a dreamer
But I'm not the only one
I hope someday you'll join us
And the world will be as one”


"puedes decir que soy un soñador

Pero no soy el único ...


Desde el domingo somos demasiados.

Fabian H. Chavez.

18-03-08

lunes, 11 de febrero de 2008

El mismo viaje

En el vetusto aeropuerto, los viajeros apenas se dignaban a dirigir fugaces miradas a sus vecinos exhibiendo aquellas afectadas poses de dignidad y mal disimulada indiferencia, que son de estricto rigor en nuestra clase media emergente.

Allí, caminando lentamente hacia la nada, repentinamente una sensación de naúsea hizo que perdiera el equilibrio y, a mi pesar, terminé sentado en una de las espartanas bancas del terminal.

Un hormigueo recorría mi cuerpo mientras aspiraba profundo y cuando, al fin, sentí el recorrido de la normalidad rondando mi cuerpo tuve una amarga certeza de amnesia: ¡No sabía que diablos estaba haciendo allí!, ni para donde iba, ni por qué.

Encontré en un bolsillo un pasaje de avión a mi nombre con destino a bogotá, luego era evidente que el motivo de mi presencia en el aeropuerto era viajar a la capital. No me sentía intranquilo por aquella ignorancia completa de mi mismo, flotaba en un trance de relajada incomodidad (si no fuera por la náusea, me sentiría hasta feliz).

Subiendo por la enorme rampa de acceso a la aeronave, observé claramente a un sujeto rechoncho, sin cuello, con la tez enrojecida por la lujuria susurrando inequívocos conjuros al oído de una mujer de belleza equívoca que sonreía cómplice. Mentalmente rogué que no me tocaran de vecinos en el viaje.

Al fin, acomodado en la silla del avión, mas pequeña y frágil que nunca, cavilaba sin prisas, convencido que antes de llegar al destino se despejarían totalmente las dudas que me atenazaban y que lo mas probable era que me estuviese esperando en el aeropuerto el inefable primo jorge, porque algo me decía que el viaje tenía que ver con él.

Un leve pero firme empujón en la silla seguido al instante por la sensación de movimiento, inicialmente lento, gradualmente veloz y el enorme aparato pareció rechinar en toda su estructura mientras tomaba posición para iniciar el definitivo despegue. Pude ver la destartalada pista de aterrizaje desfilando veloz a medida que el aparato empezaba a tomar definitivo vuelo.

El avión siguió volando muy bajo por un periodo de tiempo que se me antojó excesivo, parecía como que el motor no tuviera la suficiente potencia para elevarse lo suficiente, y el piloto no quisiera perder de vista las referencias terrestres. A mi lado, una emperifollada señorona aferrada a su rosario no cejaba de recitar su mantra en voz baja mientras una hermosa colegiala de cabello nuevo y astucia vieja, maniobraba con su celular tratando de convencer a "gordis" que ese fin de semana iba a estar "juiciosita" en su casa en Bucaramanga y que "confiara en ella".

A unos 10 minutos de vuelo, el aparato inició un franco descenso hacia lo que de lejos parecía una delgada cicatriz de plata y de cerca resultó ser una carretera solitaria, un tanto familiar. El sonido de los motores cambió su tonalidad, hubo otro ligero estrujón del fuselaje un bamboleo del aparato y un insólito aterrizaje en la vía interdepartamental. Por la ventanilla del avión pude observar claramente el verde paisaje boyacense, como si estuviera en un alegre paseo en automóvil.

Absurda aquella situación en que me encontraba: sentado en un avión comercial, en la mitad de una carretera nacional, sin saber absolutamente nada de las causas de aquella insólita "varada" y mucho menos de como diablos ibamos a salir de aquél percance. Extrañamente, el silencio sepulcral, la ausencia de protestas en los pasajeros golpeó mis pensamientos con mayor intensidad que la desbandada mas desordenada. Un escalofrío fué el mensaje apremiante de mi cuerpo a mi mente, indicando que algo allí andaba torcido. Hasta aquél momento no reparé en la rigidez de los rostros que me rodeaban, una extraña y uniforme mueca de resignación los hermanaba.

Tras un par de minutos y al unísono, los pasajeros reanudaron su actividad "normal", la señora escapulario retomó su fetiche, acaso con mayor fruición, "juiciosita" atendía una nueva llamada, aunque ya no era "gordis" sino "fercho" y el tema versaba sobre lo "rico" que la iban a pasar en el concierto de "celedón" en Bogotá. Incluso el rechoncho sin cuello, enfundado en su costoso traje, que para mi desgracia se había situado en la fila tras de mí, con tono de pontífice en "te-deum" sentaba doctrina sobre los mejores moteles de la capital.

Decidí unirme al rebaño en aquella aparente serenidad, absteniéndome sí. de balar mecanicamente como aquellos, esperando sin exigirla alguna explicación. Vino a mi mente el recuerdo, ya lejano de la última conversación con la pasada novia y eterna amiga Astrid en los tiempos del amargo epílogo de una relación disfuncional. Aquella, divertida, reclamaba para su género la superioridad en las artes del disimulo mientras débilmente le replicaba:

- "Ustedes son tan bobitos... que a veces dan pena ajena...".

- No creo que se trate de una cuestión de género -observaba - . Mas bien una cuestión de práctica reiterada.

- "Anda Fabi, reconócelo. Te engañaron en tus narices, te vieron la cara y te la hicieron ¿por que te cuesta tanto aceptarlo hombre?", - insistió impaciente Astrid-.

- Porque no es tan sencillo como tu lo aseguras...

- "Y dale con la pedantería fabi, definitivamente no has aprendido a entender a las mujeres

- Nena, de buen gusto acepto la superioridad femenina en el manejo de las relaciones, pero ello no tiene que ver con la inteligencia, es cuestión de entrenamiento -insisto- , es más, te mentiría si no te dijera que sabía como iba a terminar aquella relación.

- "No te creo, yo te conozco... y se que nunca hubieras sido novio de una golfa, así fuera una ¡Muy bien disimulada golfa! digo yó..."

- Pues te equivocas mi querida amiga. Y ello demuestra que tu cacareada superioridad femenina no tiene que ver con la intelectualidad. Es una cuestión de instinto perfeccionado y desarrollado. Desde que nacemos, hombres y mujeres tenemos una instrucción bastante diferenciada, a ustedes se les enseña que el hombre es el adversario, desde siempre tienen en claro el juego de la dominación y las herramientas del éxito. El disimulo, el engaño y la apariencia en ustedes es alentado con fruición por sus pares maternas, mientras es reprimido severamente hacia nosotros. La misma madre tiene discursos diferentes hacia sus hijo e hijas. A los primeros repiten constantemente cosas como: "la mujer es débil, delicada y pura, hay que tratarlas con cariño, devoción y lealtad"; mientras al mismo tiempo advierten a sus hijas: "los hombres son malos por naturaleza, brutos, insensibles y traicioneros".

- "Mira que yo me siento obviamente aludida y creo que no es justo. Yo siempre fui leal contigo y tu lo sabes".

- Claro que sí, te ruego que no pienses que estoy generalizando. Sólo trato de explicarte mi punto, quiero que entiendas que desde siempre la parte objetiva de mi mente había vislumbrado la verdadera naturaleza de ella... No te miento si te digo que dentro de mí siempre la vi como una "ex".

- ¿Y ... entonces por que te afecta?, -respondió con un no disimulada sonrisa de satisfacción-.

- Porque una cosa son las abstracciones y otra comprobar la vileza de una persona que te acompañó en un lapso de tu vida.

Una fuerte exclamación proveniente de los pasajeros, un atronador retumbar de los motores y una frenética aceleración, fueron señal inequívoca de que el avión volvía a tomar altura ¡Que alivio!, ¡Por fin!, ahora sí el retorno de la "normalidad" pensaba, mientras miraba divertido a mis compañeros de viaje regalándose aplausos. "Juiciosita" que parecía haber reparado hasta ese momento en mi presencia me guiñaba el ojo con una picardía inequívoca que, de seguro, presagiaba malas noticias futuras para "gordis".

El pavimento ya no lastimaba las ruedas del avión y era mas placentera aún la sensación de levedad, en aquél ambiente. Pronto me vi charlando (o mas bien escuchando) a Karina (así se llamaba juiciosita), quien no paraba de ilustrarme sobre sus ejecutorias pasadas, presentes y hasta futuras. Descubrí que era una cristiana recalcitrante de una de las tantas iglesias que a punta de "sanaciones", "profecías individuales", espejitos y cuentas de colores aumentaba la manada de "ovejitas" dispuestas alegremente a ser esquiladas mensualmente con el inefable y bíblico "diezmo" para regocijo de dios y de las cuentas bancarias de los pastores.

Karina hablaba y hablaba. De las telenovelas, de los realities, de celedón, de su perrito, de cuando fué reina de su club, de la serenata que le llevó poco tiempo atrás Mario (un amigo), de los regalos que le traía regularmente de sus viajes Jose (otro amigo), de lo enamorado que estaba de ella David (otro amigo), de lo bien que se lo pasaba con Ronald (otro amigo) y obviamente de su novio, quien se había vuelto muy celoso, y ello le extrañaba muchísimo: ¿Imagínate, es como si no confiara en mí?, exclamaba alzando sus elegantes cejas genuinamente sorprendida. Sin ganas de contradecirla le seguí la corriente y el encanto de su charla "light" me retrotrajo inconscientemente al hedonismo despreocupado de mi pasado: la rumba, la costa, la inocente promiscuidad, la exhibición, la importancia de lo vanal, la vanalidad de lo importante, la transgresión pública y alegre de todos aquellos "valores" que tan celosamente nuestros paradigmas clericales de rectitud se cuidaban de mancillar solamente en privado.

Empezábamos de nuevo a perder altura rápidamente y la angustia hizo su reaparición, nos hallábamos muy lejos del destino como para alegrarse por la llegada, mas bien parecía repetirse la historia y en efecto, instantes mas tarde la cicatriz de plata se transformaba en la misma carretera interdepartamental. Una fuerte vibración, el rebote de las ruedas del avión con el áspero pavimento y el silencio total.

Caía la tarde y la despedida rojiza del sol llenaba el interior del vehículo ¿aéreo? con tonalidades sensuales que parecían grotescas por la situación en que nos encontrábamos de nuevo. La carretera afortunadamente, por lo menos estaba vacía (pensaba yo), para el rearranque. Karina se había quedado muda e inmóvil así como todos los ocupantes del aparato, instintivamente nos tomamos de la mano con fuerza y el frío que emanaba de sus falanges fue como una corriente eléctrica que paradójicamente alejó de mi, el pánico que creía inminente. Él avión comenzó a andar con paso cansino por aquellas soledades y el sopor dió paso al sueño... el sueño reparador que todo lo cura...

¿El viaje? ¡Bah!, en cualquier momento llegaríamos a nuestro destino.

¿Y cual era el destino?... En aquél momento lo había olvidado por completo.

¿Acaso existió alguna vez?

Fabian H. Chavez.
http://fabianfhcho.spaces.live.com/

sábado, 12 de enero de 2008

Felipe Zuleta cierra su Blog

Honda tristeza y una amarga reflexión, suscita el intempestivo cierre del blog del periodista bogotano Felipe Zuleta Lleras, tal vez el mas visitado en la historia de Colombia (al momento de su cierre rondaba los 500000 visitantes).
Acido crítico del gobierno nacional y de las farc, (al primero lo considera una suerte de metamorfosis del cartel de medellín, a los segundos unas "ratas"), a través de su popular blog promovió infinidad de debates enfocados principalmente en la moralidad de los actos del presidente, su presunta obsecuencia con los paramilitres, en la perfidia, ausencia de contenido ideológico alguno y maldad de las farc, convirtiéndose en una especie de "Catón" de los actos políticos y la delincuencia nacionales.
Con un estilo plagado de adjetivos punzantes y a veces (hay que reconocerlo) ofensivos generaba toda clase de pasiones entre los miles de visitantes cotidianos, lo que se plasmaba en los múltiples comentarios amenazantes de anónimos que diariamente lo atacaban como persona, absteniéndose de debatir sus ideas.
Personalmente no coincidí con muchas de sus apreciaciones, pero siempre reconocí en él, verticalidad, principios e independencia (valor este último casi que extinguido en el periodismo de colombia), lo que hace mas doloroso constatar que ha sido silenciado por la intolerancia que nos ronda.
En su última anotación, sostuvo que estaba "cansado" de los improperios y sobre todo de las amenazas contra él y su familia radicada en colombia (el periodista se encuentra viviendo fuera del país por añejas la misma causa), sentenciando con amargura que:
"El país quedó en manos del Cartel de Medellín y eso es lo que le gusta a la mayoría."
Desde este blog, registro mi decepción, tristeza y preocupación por este nuevo capítulo en la guerra violenta contra los Derechos Fundamentales. De acuerdo o nó con las posturas contrarias, es una bajeza y un acto de bárbaros, silenciar al opositor, menoscabando uno de los derechos fundamentales, piedra angular de cualquier democracia: La LIbertad de Expresión.



Fabian Hernando Chavez Ortiz