SIETE RAZONES PARA DECIRLE ADIOS A LA SELECCION
11. Es como asistir una y otra vez a una película de “cow boys”, en donde ganan siempre los malos, secuestran impunemente a la doncella protagonista y golpean a una pareja de ancianitos, los ricos roban a los pobres y los pájaros le disparan a las escopetas.
2. 2. Depresión, ira, frustración, ansiedad, amargura. No se trata de un cuadro clínico de una pesonalidad esquizoide, son las sensaciones que pasan por tu espíritu siendo espectador de un partido de la selección Colombia.
3. 3. El peligro de familiarizarse con la derrota. En forma lenta e imperceptible puedes terminar convirtiéndote en un completo “loser”, acostumbrado a ser el noveno entre diez, el quinto entre seis y el segundo entre dos.
4. 4. El espectáculo es un monumento a la monotonía y mediocridad: los mismos repetidos errores, la misma falta de inteligencia, los mismos pelmazos. Llevo mas de 15 partidos con la esperanza que vargas por fin haga un pase-gol, mas de 30 partidos esperando que calero ataje un pénal, y mas de 40 partidos esperando que algún delantero de la selección nos regale alguna buena sorpresa.
5. 5. La asqueante falta de objetividad y categoría de los “comentaristas” de televisión. Vividores de la demagogia del fútbol, quienes jamás dicen la verdad, por obvia que ella sea, a no ser que coincida con sus abyectos intereses (el contratico, el negociadito, el viaje con “la cadena”, la chiva “exclusiva”, etc). Cada uno de sus comentarios es un lengüetazo en la suela de los zapatos de directivos, técnico o jugadores y por supuesto: de sus patrones. Y lo peor es que aunque pareciera, no es que haya algún gen reptilesco corriendo por sus venas no actúan acicateado por alguna naturaleza servil inmanente, sino por arribismo social y económico.
6. 6. Los jugadores: perfecta simbiosis entre la malicia indígena, la pereza tercermundista, la ignorancia supina, la incultura cultivada y el desprecio absoluto por cualquier tipo de principio moral. No son mas que unas piernas sin cerebro y en muchas oportunidades ni piernas ni cerebro, simplemente unos monigotes débiles mentales, llenos eso sí de una avaricia y un oportunismo gigantescos.
7. 7. Y por último, me enferma escuchar al técnico de fútbol derribando en un instante todos los postulados de la lógica, la física y hasta la óptica en tono chabacano y vulgar, pretendiendo que el resto de los mortales son imbéciles y no tienen ojos para ver las bestialidades que aquél comete, y queriendo pintar un panorama completamente diferente a la realidad del equipo y del partido. Este es otro personaje que piensa con el estómago, que no le interesa el progreso del fútbol colombiano (si le hiciera ya habría renunciado), y que le tiene sin cuidado los sentimientos de una nación: a él solo le importa recibir su sueldito, por demás, el país puede irse a la m……
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