Una Idea Suelta
Estoy convencido que el amor existe y es una de las realidades tangibles de nuestro universo, sin embargo cada día se apodera de mi la certeza de que nuestra condición de humanos apenas nos permite percibir una pequeña parte de él y que es imposible conservarlo mucho tiempo con nosotros. Vanos y perecederos, mal podríamos ser depositarios permanente de aquella energía sublime. Fallamos por esencia, y le fallamos a quien deposita su alma en nosotros, eso pasa todo el tiempo y así ha sido a través de toda la historia de nuestra humanidad. Sin embargo las fallas producto de nuestra naturaleza humana son redimibles, entendibles y perdonables, mas aquellas que provienen de una personalidad perversa, materializadas en el engaño, la deslealtad y la mentira simplemente son un aviso de que es el momento de alejarse.
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