La Verdadera Reina
Siempre he pensado que la letra y la música en una canción avanzan por dos caminos diferentes. Difícilmente se encuentra la feliz coincidencia entre una y otra.
Tal vez por ello desde muy chico me declaré en secreta rebeldía contra el mensaje preciso en español, decantándome por la música en idiomas extranjeros. Así, sin las ataduras esclavizantes del mensaje reducidor en español pude, a mis anchas, avizorar en la música otro diferente y oculto mensaje atisbando un mundo de historias riquísimo, amplio y mucho mas profundo que las letras que, a mi parecer, tienen sobre la música el mismo efecto que una silla de montar y una brida sobre un corcel salvaje.
Gracias a la música aprendí a soñar despierto, a mirar el mundo desde otra perspectiva, a percibir algo de la bella sublimidad que nos rodea y que neciamente nos negamos a apreciar atrapados en el mundo de los sentidos y de la materia.
En el comienzo del nuevo milenio (¿coincidencia?), atafagado con el stress inherente a la sociedad escuché un trozo de canción que inmediatamente atrapó mi atención: en los escasos segundos que duró me impresionó gratamente la dulzura de una voz femenina perfectamente armonizada con una tonada electrónica indefinible de entrada, (mezcla de trance, dance), que parecía inflamar el ambiente de positivismo, alegría y una especie de júbilo nostálgico que mi cerebro no registraba desde que escuchara algunas canciones de los beatles (V gr. “i wanna hold your hand”, “help” etc).
Durante bastante tiempo intenté en vano encontrar dicha canción y fue casi al año por casualidad, que en un puesto ambulante de “Cidís quemados” encontré bajo una grotesca carátula que rezaba: “música chis-pun” una recopilación de varios temas electrónicos de diverso género (básicamente rave y electrodance), burdamente mezclados y en su mayoría de calidad bien modesta. Sin embargo entre todo aquél fango brillaba en solitario una canción llamada “Will I Ever Fall in Love”, el autor “ALICE DEEJAY & DJ JURGEN” ¡Por fin!. A pesar de que no estaba completa y duraba poco mas de un minuto, escucharla era transportarse a un mundo diferente, mas amable, positivo, de armonía belleza y claridad, y aquella voz…
Fue inútil acudir a las casas disqueras en busca de material, los encargados no tenían ni idea de quien se trataba y es lamentable que en plena era de la globalización la oferta de música en nuestra ciudad esté limitada a vallenatos y reggeatones, aunque comercialmente se entiende que aquello que mas “vende” destinado generalmente al rebaño, la guacherna o el populacho se privilegie sobre cualquier otro género.
Gracias a la internet pude inicialmente saber que “Alice Deejay” era un grupo musical nacido en holanda, en asocio con “Dj Jurgen”, de gran éxito en Europa (de hecho el subgénero es conocido como eurotrance) y Norteamérica, con hits musicales como “Better off alone, Back in my life, Celebrate our love, ¿Who needs guitars anyway?” entre otros; y por supuesto mi canción Will i ever. Igualmente pude “bajar” la mayoría de aquellas canciones y disfrutarlas hasta el día de hoy.
Sin embargo el impacto mas grande lo tuve años mas tarde, cuando observé el video de los premios TMF en alemania 2001 (una especie de MTV europeo) y pude conocer al fin a la dueña de aquella maravillosa voz acariciante y seductora actuando en vivo. La imaginaba diferente, tal vez rubia, un poco mas aniñada, recatada y hasta tímida, en cambio me encontré a una guapísima mujer alta, atléticamente delgada, sensual, de tipo eslavo, derrochando energía y vitalidad, disfrutando como nadie su propia interpretación, absolutamente feliz y convencida de su arte acompañada de dos compañeras que no hacían la mas mínima sombra sobre aquél sol que en la tarima parecía dispuesta a devorarse al mundo.
El espectáculo externo no era nada del otro mundo: efectos de luz bastante sencillos, una coreografía de baile bastante físico, muy “eurotrance”, aunque ello la verdad no importaba mucho porque el verdadero espectáculo era ELLA la solista, bellísima como una diosa griega, consciente de su propio embrujo comunicándose con el mundo a través de su música. Ella se llama JUDITH PRONK, es holandesa nacida en 1973 en Ámsterdam y desafortunadamente desde 2002 alejada de la escena musical.
Observar otros videos suyos (escasos por cierto) fue enamorarme de aquella grácil figura, extrañamente fuerte y frágil al mismo tiempo, fue encontrar ilusiones perdidas, historias olvidadas, una nueva fuerza en aquella grave voz que pareciera decirnos en cada estrofa: ama lo que haces, ámate a ti mismo.
Hoy tardíamente le mando un melancólico adios y un GRACIAS por haber regalado al mundo en tan corto tiempo, piezas tan maravillosas de música Trance, o Eurotrance, o Techno o Dance, como quieran llamar a esa sincrónica expresión musical electrónica. GRACIAS por ser el néctar de almas ansiosas de algo nuevo diferente y esperanzador; GRACIAS por mostrarnos una nueva faceta de la belleza, de la alegría, de la sensualidad y del arte. Por ello y por muchas cosas más solo me queda por decirte desde el fondo del alma, parodiando tu canción: JUDITH PRONK REGRESA “I WANT YOU BACK IN MY LIFE”,
Because… I love you.
Fabian Hernando Chavez Ortiz.